lunes, 25 de febrero de 2008

DE LAS COSAS QUE NOS MUESTRAN EN LA TELE, Episodio 1

El anterior post pretendía ser profundo, tarea difícil que rara vez se consigue y menos deliberadamente. El presente post pretende ser "políticamente incorrecto" tarea muy fácil de lograr deliberada o casualmente en esta postmoderna época.

Lo que pretendo con este post, y con los siguientes que tendrán el mismo título, es hacer un análisis pretendidamente crudo de muchas de aquellas cosas que nos muestran en la tele. En la presente publicación, me dedicaré a analizar una serie de televisión, clásico de los '70, y que aún logra cautivar a grandes y chicos, la cual es El Chavo del Ocho. Serie creada en 1971 (gracias Wikipedia), y protagonizada por el genial comediante Chespirito (no confundir con Roberto Bolaño, por favor), ha dejado en nuestras retinas entrañables personajes como el Chavo, Quico, la Chilindrina, Don Ramón, Doña Florinda, Doña Clotilde, El Profesor Jirafales, la Popis, el Señor Barriga, Ñoño, y otros personajes menores de aparición esporádicas como por ejemplo Godínez y Jaimito el Cartero, entre otros, y que nos hacen reir y entretenernos.

"Qué bonita vecindad" dice una canción que la entonan en un capítulo especial de navidad. Sin embargo, ¿Qué es la vecindad?. La Vecindad es algo conceptualmente similar a nuestros criollos cités o conventillos, con todos los problemas de hacinamiento, higiene, etc., que tienen, y que como bien sabemos, los habitaban (porque ahora quedan muy pocos) personas de escasos recursos (ahora, al menos los del Barrio Brasil, los habitan principalmente peruanos). Entonces, como primera conclusión, estamos ambientando un programa que pretende ser humorístico, sano y familiar, en un ambiente de escasez (en muchos capítulos se hace patente esto último, y además, recordemos que el Chavo es un niño huérfano que con suerte comía). Sería interesante saber qué dirían nuestros "new age" televidentes si hicieramos un programa humorístico ambientado en una toma.

Ahora, obviamente que de lo principal que nos reímos es de los personajes. Por lo tanto, analicémos a los principales:

- El Chavo: Es un niño huérfano de unos diez años. Nótese que, de partida, NADIE LO TRATA POR SU NOMBRE. Es como si acá tratásemos siempre a un niño de "Niño", o si se quiere más peyorativamente, "Cabro Chico", y sabemos que según el art. 3° de la Declaración de los Derechos del Niño El niño tiene derecho desde su nacimiento a un nombre y a una nacionalidad. El Chavo es uno más, un Chavo como tantos chavos. Eso, sin contar que es un personaje con cierto grado de lentitud mental (consecuencia probable de la desnutrición), y que, valga la redundancia, no tiene una alimentación adecuada, siendo además constantemente humillado e incluso golpeado por personajes como Kiko o Don Ramón. Créanme, muchos como el Chavo terminan en el Sename.

- Quico: Su verdadero nombre es Federico, pero su mamá, Doña Florinda, lo trata así de cariño. Quico es lo que llamaríamos coloquialmente un "Mamón"; además, es arribista y mirador en menos (basta ver la típica escena donde el Chavo está jugando con un juguete básico y viene Quico y le muestra un juguete más bonito, sacándoselo en cara y provocando la rabia, envidia y resentimiento del Chavo, lo que termina en una escena donde Quico suele llevar la peor parte). Además, por el comportamiento que en ocasiones presenta, se nota que tiene una ausencia de figura paterna, por lo que suele refugiarse en su mamá ante cualquier situación desfavorable.

- La Chilindrina: Curiosamente, creo que considerando el ambiente al que está sometida su personaje podría presentar peores problemas (véase especialmente "Don Ramón"). Sin duda alguna es una niña manipuladora, especialmente con el Chavo, aprovechándose de que es un poco más inteligente que él. Además, sabe sacar perfecto provecho de las situaciones desfavorables en las que se puede ver envuelta. Y además, es despechada (pues en las últimas temporadas se ve cómo siente una evidente atracción por el Chavo, y éste no la toma en cuenta).

- Don Ramón: Me parece que éste es uno de los más interesantes personajes, y además uno de los más populares. Sin embargo, lo que nadie parece censurar en él es que, de partida, se trata de un maltratador infantil. Conocidos son los coscorrones que le da al Chavo, los pelliscones a Quico y las amenazas de golpe a la Chilindrina. Actitud muy valiente, sin duda, sobre todo cuando tiene al frente, por ejemplo, a Doña Florinda o al Profesor Jirafales. Más encima no trabaja (salvo rarísimas ocasiones como barbero, reparador de muebles o zapatero), y constantemente es requerido por el Señor Barriga para que pague los 14 meses de renta que durante toda la década del '70 le debió. Hay varios Don Ramones en nuestras hospitalarias cárceles.

- Doña Florinda: La madre de Quico es una madre sobreprotectora y, en cierto modo, malcriadora, pues no es capaz de imponerle límites a su retoño, permitiéndole comportarse de manera prepotente sobre todo con personas que ella, dentro de su actitud arribista, son inferiores, "la chusma", como Don Ramón o el Chavo. Además, tiene a resolver sus problemas por medio de la violencia.

- Doña Clotilde: una señora solterona, un tanto amargada, y perdidamente enamorada de Don Ramón (quien, sensatamente, no la toma en cuenta). Conocida como "La Bruja del 71" por los niños (y por los vecinos también), no tiene una buena relación con los primeros, probablemente por la misma causa.

- Profesor Jirafales: Si lo miramos detenidamente, este docente, maestro, formador de las sutiles mentes del Chavo, Quico y la Chilindrina, incurre constantemente en una falta ética a su profesión, que es tener un amorío con una apoderada de un alumno suyo, con la consecuente falta de transparencia e imparcialidad necesarias a la hora de evaluar a su alumno. Lo bueno es que es un caballero con las damas.

En fin, de los otros personajes no tengo tantas cosas que decir, pero no es tan importante porque no son personajes recurrentes. Es, precisamente, de la explotación actoral de las características antes referidas (un talento innegable en gran parte del elenco) que nos reimos. Sin embargo, muchos de estos personajes en la vida real copan otros medios, como las páginas policiales de nuestros diarios, obras de caridad, campañas políticas en las que son considerados sólo como votos, etc, y ahí, al parecer, a casi nadie les resulta gracioso.

2 comentarios:

Lorena A. dijo...

La verdad... q aunq ya estoy bastante viejita aún veo el chavo del ocho, lo veo porque muestra muchas veces los valores en los niños y hasta el día de hoy me hacen reír...

Muy buena critica Sr Amaro...

Un beso!
Cuidece un monton..


pd: y con quien te identificabas tú?
a mí me decian chilindrina y me ponia a llorar!!! Waaa WAaaa!!
jajajaja
;P

Amaro Oróstica Ortega dijo...

Hola Jefa Auquénida!!

Muchas gracias por el comentario. No me trates de señor... si tengo 19 años no más jajaja. Tu sabes po, uno de tus peques XD. Y en todo caso, yo creo que para el humor sano no hay edad. Aunque se tenga 21 jajajjaja.

Sí, eso es lo positivo del Chavo: que muestra ciertos valores en los niños. Pero también critico los disvalores que se utilizan como recurso humorístico. Ahora, lo otro bueno del Chavo es que, siendo un niño indigente que acá en Chile de seguro viviría bajo un puente del Mapocho, acá tiene una comunidad que lo acoge.

Por último... no sé, creo que tengo un poco de todos. A veces soy flojo y barza como Don Ramón, otras veces manipulador como la Chilindrina, a veces mamón como Quico, y algunas veces incomprendido como el Chavo ("es que no me tienen paciencia"). De todas maneras, me desagrada Doña Florinda.

Saludos!